Las salchichas sin lugar a duda, son uno de los embutidos mas populares y consumidos en todo el mundo. Dependiendo del lugar se pueden encontrar de muchas formas, sabores y hasta texturas, a pesar de que en todos los supermercados del mundo exista la salchicha tradicional. Las salchichas al ser una carne fría, están muy expuestas a dañarse constantemente, como muchos alimentos de este tipo, incluso cambiar su color y ponerse verde, en algunos casos.
La composición de las salchichas, con grasas, proteínas y humedad, presentan el ambiente ideal para la proliferación de bacterias, si no se almacenan de forma adecuada. Esta es la razón principal por la que las salchichas se ponen verdes o puedan desarrollar moho en sus superficie.
Otras razones del por que las salchichas se ponen verdes
Hay muchos factores que propician el crecimiento de bacterias en las salchichas, entre ellos esta el almacenamiento, temperatura y hasta el proceso de producción del producto.
El almacenamiento es uno de los factores determinantes en el estado de cualquier tipo de alimento, y en las salchichas no es la excepción. Si este producto es almacenado constantemente en temperaturas cálidas y no en el refrigerador, como debería ser; las bacterias presentes se proliferan mucho más rápido, dañando el producto y cambiando su color. El sitio donde se almacena también es importante, ya que si se guardan en áreas sucias o en ambientes con mucha humedad, pasara lo que hemos mencionado anteriormente.
Otra razón por la que las salchichas se pueden poner verdes, puede deberse a su proceso de producción, aunque este es el menos probable. Cuando este embutido no es procesado bajo las condiciones adecuadas, se pueden adherir al producto bacterias dañinas, que junto con otros factores, generan un cambio físico en las salchichas y en el peor de los casos, provocar malestar en los consumidores.
Finalmente, si quieres evitar que las salchichas cambien de color, lo que debes hacer es almacenarlas de forma adecuada. Procurando que se mantengan todo el tiempo dentro del refrigerador o nevera, a una temperatura promedio de 4°C o incluso menos. Asimismo, se deben consumir en el menor tiempo posible, o en su defecto, antes de su fecha de vencimiento, así evitaras que este embutido cambie su olor, color y hasta textura.
En caso de que altere su estado natural, lo mejor es desecharlo y evitar posibles problemas a nivel de salud.